Como comentábamos en nuestro
anterior entrada, el pasado 19 de julio, salió publicado en el B.O.E. la Circular
3/2014, de 2 de julio, mediante la cual, la Comisión Nacional de los Mercados y
la Competencia (CNMC) establecía la nueva metodología para el cálculo de los
peajes eléctricos.
Esta atribución a la CNMC se la
concedió la Ley 24/2013 del Sector Eléctrico, que en su texto indica
que los precios de los peajes de acceso y transporte (popularmente conocidos
como ATR) deben definirse en función de la metodología establecida por la CNMC.
Esta nueva metodología, que en
Industria ha sido considerada una extralimitación de las funciones de la CNMC,
de ser aplicada, supondría un cambio en la estructura de las tarifas tal y como
las conocemos hoy, desapareciendo algunas tarifas y modificando los calendarios
de periodos eléctricos.
Por tanto el Gobierno ha decidido
contraatacar y ha aprovechado el trámite parlamentario del proyecto de ley de
Metrología en el Congreso para introducir una enmienda a Ley 24/2013 del Sector
Eléctrico, que le permitirá reconquistar la competencia en esa materia. Esta
enmienda en buena lógica saldrá adelante puesto que la mayoría absoluta del
parlamento lo asegura en la votación.
Resulta curioso comprobar cómo
casi de tapadillo se hace una modificación a la nueva ley del Sector Eléctrico
cuando no lleva ni un año en vigor en un tema tan importante y además se hace
en una Ley que no tiene nada que ver con la materia a tratar.
De esta manera el Gobierno le
sustrae una atribución al organismo regulador que a priori se le supone
independiente y no sujeto al ejecutivo. La enmienda persigue habilitar al Ministerio
de Industria para que pueda modificar la estructura de los peajes. Para el
Gobierno, la metodología de la CNMC es una mera asignación de costes, pero la
determinación de los peajes corresponde al ministerio que, como viene a señalar
la enmienda, es el verdadero regulador.
Esto le va a dar además vía libre
al Ministerio de Industria, según un rumor que circula por el sector, para rebajar
el umbral del primer escalón de alta tensión, que la CNMC mantiene en 36 kV y
el ministerio quiere bajar a 30 kV. Dado que las empresas industriales del País
Vasco están conectadas a 33 kV (el que le permite la red de distribución de
Iberdrola) y que el siguiente escalón goza de peajes más baratos, el coste les
bajaría sin más. Concretamente, se propone desdoblar los peajes en media
tensión (el 6.1) estableciendo uno para el rango entre 30 y 36 kV.
De llevarse a cabo este
cambio que rompería el principio de peaje único en todo el territorio nacional
que estipula la ley y teniendo en cuenta que estos niveles de tensión no son
homogéneos en todo el país, los clientes de cada zona podrían llegar a
reivindicar que sus peajes solo incluyeran los costes de las redes que
realmente utilizan.
Para más información sobre esta publicación o cualquier otra en materia energética, pueden contactar con nosotros en el teléfono 91 476 65 62, o en nuestro correo electrónico info@medhesa.es.
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